Me Ayudas Mas Si No Me Estorbas
Hechos 13:46-52
Introducción
En Antioquia de Pisidia, Pablo y Bernabé tenían
todo para una gran obra evangelística. Casi todo el pueblo estaba ahí para
escuchar la palabra. Los gentiles, que en otro tiempo estaban excluidos como
gente de Dios, estaban siendo invitados a compartir de la salvación de Dios.
Pero los judíos estaban celosos. En lugar de alegrarse se la pasaron instigando
oposición.
¡Ellos literalmente
le estaban estorbando a Dios!
Vemos en las escrituras que hasta Jesús tuvo este problema en su obra.
Mateo 13:53-58 Vemos que lo mismo sucede en muchos casos hoy día. Hay ocasiones
en las cuales podemos estar estorbando a Dios deteniendo el progreso del
evangelio. Dice un refrán en México que “Me ayudas más si no me estorbas”
Lo que debemos hacer es aprender cómo trabajar junto con Dios y así
ayudarle y no estorbar su obra.
Pablo nos
dice que cuando Dios está obrando, NOSOTROS ayudamos. Fil. 2:12-18
Discusión
I. Ayudamos cuando hay una
actitud de reverencia que lleva a la obediencia. Fil. 2:12-13 y Prov. 1:7a
A. Si
tenemos seriedad por Dios y quien es, tenemos “temor y temblor”
1.
Este temor no es tenerle miedo a
Dios, más bien es tener respeto hacia El, su obra y sus caminos. Prov. 2:1-5
2. Este
temor nos ayuda a comprometernos más plenamente hacia Él. Heb. 12:28-29
3. Dios es
un Dios de bondad, pero también nos puede desechar. Rom. 11:15-22
4.
Si no estamos haciendo nada más
que estorbarle a Dios, al final de cuantas seremos removidos. Apoc. 2:4-5
B. Nunca
debemos de tomar nuestro llamamiento a la ligera. 2 Pedro 1:8-11
1.
Dios confió el esparcimiento del
evangelio a cada uno de nosotros, por lo tanto debemos de obrar juntos con
Dios, no solamente sentarnos y dejar que otros hagan la obra y nosotros
estorbar. Fil. 1:27-28
II.
Ayudamos cuando hay armonía entre nosotros. Fil. 2:14
A. Si Dios
está obrando en nosotros, vamos a trabajar juntos sin quejas. Rom. 12:9-21
B.
A menudo hablamos acerca del “afecto
fraternal” ya que es algo muy importante en nuestra vida como cristianos. Juan
13:35
C. Pero
debemos de aprender a soportarnos los unos a los otros en amor. Efe. 4:32
1. ¡Esto no significa que debemos tolerar el pecado en la vida de cada uno
de nosotros! a. El verdadero amor habla la verdad. Efe. 4:15, 1 Juan 2:9-11, 1
Juan 3:18
III.
Ayudamos cuando nos mostramos como lumbreras fieles en un mundo perdido.
Fil. 2:15-16
A.
Nuestra misión en este mundo es indicada por Pablo en: 1 Tim. 3:14-15
1. No
podemos apoyar la verdad si es que no la estamos viviendo individualmente.
Mateo
5:13-16
2. Esta es
una de las maneras en que esparcimos el evangelio.
a.
Estamos escribiendo un evangelio,
un capitulo cada día, por medio de las cosas que hacemos y las palabras que
decimos.
b. Hombres
leen lo que escribimos ya sea verdad o equivocado.
c. La
pregunta es, ¿Qué dice el evangelio según cada uno de nosotros?
3.
Recordemos que el Señor nos ha
llamado a ser pescadores de hombres, ¡no guardianes del acuario!
4.
Le hacemos gran daño a la obra
del evangelio cuando predicamos una cosa, y vivimos otra muy distinta. Rom.
2:1-6, Rom. 2:17-24, Tito 1:15-16
B. Por lo
tanto debemos de ser diferentes y separados del mundo. Rom. 12:1-2
1. Esta
transformación es lo que llamamos “santificación” 2 Cor. 6:14-18
C. Dios no quiere que vivamos nuestras vidas como “ermitaños” sino entre
el mundo de una manera santa y devota a Dios. 1 Pedro 1:14-16
1.
Jesús enseñó por medio de
parábolas la importancia de permanecer entre los del mundo, y el día del juicio
el Señor mandará hacer la separación. Mateo 13:24-30
2.
Ayudamos a la obra del Señor
cuando vivimos una vida fiel alimentada por la verdad de la palabra de Dios.
IV. Ayudamos cuando nos
regocijamos en la oportunidad de sacrificar para el Señor Fil. 2:17-18
A. En
estos dos versos, Pablo menciona la idea de estar “alegres” cuatro veces.
1.
Pablo aquí está sugiriendo que
como el sacerdote derramaba en libación la ofrenda de bebida sobre el
sacrificio, así también debemos de derramar nuestras vidas en servicio a Dios.
2. Era este
sacrificio a favor de los filipenses que le traía alegría a Pablo.
3.
Pablo, a pesar de estar
encarcelado, escribe esta epístola en la cual podríamos titular la “epístola de
la alegría” aun si las cosas en esta vida no están yendo como a nosotros nos
gustaría. Fil. 4:4, Fil. 4:10-13
B. Se ha
dicho que “ministerio que no cuesta nada, consigue nada”
1.
No estamos hablando simplemente
de lempiras y centavos, sino también de sangre, sudor y lagrimas.
2. Nuestra
vida hacia Dios debe de ser una de sacrificio entero. Fil. 3:7-8
3.
Les animo a sentir la alegría que
solo viene de una verdadera vida de sacrificio en servicio a Dios.
Conclusión
Qué gran privilegio que Dios obre por medio de nosotros y nos dé la
oportunidad de obrar con Él. No solamente es un gran privilegio, es una gran
responsabilidad. Tal como lo hicieron muchos judíos, también podemos resistir y
hasta estorbar la obra del Señor. Tomemos un inventario espiritual ahora. 2
Cor. 13:5
Pregúntese:
1) ¿Tengo
reverencia hacia Dios la cual se muestra en mi obediencia?
2)
¿Hay armonía entre nosotros la
cual se demuestra en la actitud y comportamiento los unos a los otros?
3)
¿Estamos siendo lumbreras fieles
que demuestran a Dios obrando en nosotros por medio de una vida santa?
4) ¿Estamos
dispuestos a sacrificarnos por el Señor?
0 Comentarios
¿Te gustó la lectura? deja tu comentario y coméntanos como te sentiste.