EL FRACASO Y EL ÉXITO DEL CREYENTE
Planes para un nuevo año
Fil 2.13; Pr 16.3; 2 Co 1.8-9.
Introducción
¿Cuántos han experimentado el fracaso en este año?
Cada año nos hacemos nuevos propósitos. Y a finales
de año volvemos a hacernos los mismos, u otros nuevos. Hacerse propósitos y no
cumplirlos es una experiencia frustrante, una sensación de derrota humillante.
Hablemos de los propósitos
espirituales, ¿te hiciste algunos?, pueden ser propósitos de hacer como leer toda la Biblia, ayudar
en la obra misionera, traer visitas a la iglesia, etc... O de carácter como ser más paciente,
generoso, diligente, veraz, etc.
No es malo hacer buenos
propósitos, pero sí es ESCLAVIZANTE. Es más, si tu experiencia es de
frustración voy a proponerte algo nuevo: tantos buenos no valen para nada, así
que mejor olvidarlos, ¿ok?, vamos a dejarlos de lado por un tiempo y vamos a
cambiar de técnica.
Tal vez seas un creyente
comprometido, muy activo en el servicio del Señor, con ministerios por todos
lados y una agenda apretada, pero ten cuidado... hay un camino que conduce al
agotamiento, a la desilusión, y es el camino de la independencia del Señor y
del creer que puedes hacerlo todo.
Buscando la voluntad de Dios y no la nuestra.
-Comienza el año, ¿Qué hacemos?,
propósitos, y ahí fallamos, decimos: "Ok, Señor, este año he cometido
errores, he perdido el tiempo, he malgastado un año, he vuelto a tropezar y a
estar bien frío espiritualmente pero eso no va a pasar más, este año voy
a....". ¡Te aseguro que el próximo año vuelves a hacerte los mismos
propósitos!
-¿Sabes dónde está el problema?, en tu voluntad, si
Dios quiere hacer algo en tu vida, tiene que partir de Él, de ti no puede salir
nada que prospere,
Is 14.27 "Porque Jehová de los
ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿Quién la hará retroceder?".
Is 55.10 "Porque como desciende de
los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da
semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que
hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que
la envié.".
CUANDO TÚ TRATAS de hacer algo,
¿Qué ocurre?, fracaso, derrota, decepción, tú tienes un problema, y es que te
has acostumbrado a vestirte, desayunar, salir de tu casa y decir: "hoy
tengo que hacer esto y lo otro", pero Dios dice: "¡Vamos ahora! los
que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y
traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana." Stg 4.13.
¡Esto es lo que decimos! este año
voy a hacer esto y lo otro, ¿Cómo que este año?, ¿Qué tu vas a hacer qué?, ¿tú
no sabes que Dios hará lo que Dios quiera en tu vida?, ¿tú no sabes que tus
planes son como nada y que tu voluntad es un castillo de paja que puede ser
quemado o derruido por el viento?
Dice Stg 4.15: "En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor
quiere, viviremos y haremos esto o aquello." ¡ESO ES LO QUE DEBERÍAS
DECIR!, si Dios quiere, porque es la voluntad de Dios, es la palabra de Dios,
sus órdenes las que se cumplen.
¿Debo de quedarme quieto y esperar a ver lo que
Dios hace? NO.
Mira, hemos visto que lo que tú
te propones no es nada, tienes una experiencia de fracaso y derrota, tienes que
aprender a ORAR. ¿Sabías que creías orar?, tienes que aprender a orar que Dios
te conceda cosas. Por ejemplo, tú quieres que este año estés celoso en lo
espiritual, con ganas de testificar, fiel al Señor, debes orar: "Señor,
dame celo por Tí, dame el deseo de testificar a las almas que no te conoces,
concédemelo Señor".
"Sí, pero eso ya traté de
hacerlo", puedes decirme. Claro, el problema está en que no insististe,
mira, Dios a veces nos concede cosas a la primera que se las pedimos, otras
veces no nos las concede ni a la primera, ni a la segunda. Tampoco a la quinta.
Quiere ver si realmente deseamos lo que le estamos pidiendo, por eso parece que
hace oídos sordos a nuestra petición. Por eso debes persistir en la oración.
Pon en oración tus deseos para
este año, persiste en la oración, y sobre todo, tienes que estar armado con este pensamiento lo que Dios se propone, eso hará.
Si Dios ve que realmente deseas aquello que le pides, que no es una oración de
esas que se hacen para quedar bien y Él da
la orden, y dice :"Ok, de acuerdo, este año te concedo el año más
bendecido en los espiritual, tendrás celo por mí, deseos de santidad, amor por
los perdidos, etc...", ¿Qué pasará?, ¡la voluntad de Dios ES IRRESISTIBLE,
LO QUE ÉL SE PROPONE SE CUMPLE SIN DEMORA!, así que si deseas algo para este año, no acudas a tu
voluntad, ruega a Dios.
Recibiendo una sentencia de muerte. (2 Co 1.8-11).
A veces lo mejor que te puede
pasar es que el Señor te humille para que te des cuenta de tu fragilidad.
Y es que el Señor nos permite
pasar por experiencias de derrota para que así podamos aprender cosas 1) en
cuanto a nosotros mismos y nuestra debilidad, y 2) en cuanto a Dios y su
carácter.
Dice el apóstol Pablo que cuando estuvieron en Asia
les vinieron unos problemas enormes, perdieron la esperanza de conservar la
vida, tuvieron una sentencia de muerte...
Sentencias de muerte, ¿sabes lo
que es una sentencia de muerte?, es el fin de todo, una sentencia de muerte
parece que es el fin de la esperanza, cuando ya no se te ocurre a quien acudir,
o la salida a una situación terrible que ha llegado a su final, una sentencia
de muerte es el final de un camino de dolor y lágrimas.
¿Sabes lo que es recibir una
sentencia de muerte? Es quedarte sin empleo y no ver muchas salidas, es tener
problemas con un hijo y no ver que las cosas vayan a cambiar, es que tu
matrimonio esté herido gravemente y que las cosas sigan así por muchos años, es
una enfermedad que no nos abandona y que hace círculos sobre nosotros, como los
buitres sobrevuelan esperando que el caminante caiga.
La sentencia de muerte es un
ángel de Dios, un enviado por Él para enseñarnos que no podemos confiar en
nosotros mismos, en nuestros amigos, en los médicos, en la suerte, en nada ni
en nadie, sólo agarrarnos con desesperación a Dios.
¿Todavía no has llegado a ese
punto? Malo. Porque Dios quiere golpear tu cabeza dura, tu corazón obstinado,
tu amor al pecado, tu autoconfianza, y mientras no caigas de rodillas clamando
a Él no va a hacer nada.
Un enviado de Dios.
La sentencia de muerte, aunque
tiene cara de destrucción, de muerte y de terror, es sólo una máscara, en
realidad es un ángel de Dios oculto bajo ese disfraz, pretende asustarte,
encogerte y desconfiar de tí mismo.
Mirad el versículo 9, ¿para qué
Dios nos envía esa sentencia de muerte?, "para que no confiásemos en
nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos".
Tenemos un problema bien grande,
nuestra naturaleza, que es parte de los que somos ahora DESCONFIADOS DE DIOS,
así de sencillo; decimos que sí, que confiamos en Él pero no dejamos de pensar
en qué pasaría si Dios le fallara, y que con mucho dinero en nuestros bolsillos
sí que se podría confiar de Dios.
Somos así, pero Dios tiene una
solución para seres como nosotros, es un tratamiento de choque
llamado “sentencia de muerte”, y es poner fin a todos los apoyos en los que
podías confiar.
Para que ese tratamiento funcione
te tienes que volver a Dios. Confiar en Dios con tranquilidad, desconfiando de
todo lo que no venga de Él. Tienes que mirar a Él como el niño que mira a su
padre buscando que le de lo que precisa.
El problema con nuestros planes
para este año es que todavía la confianza en nosotros mismos sigue vive, por
eso no sabemos orar ni oramos como si todo dependiera de
Dios, porque un poquito de fracaso no es
tratamiento suficiente, un poquito de decepción nos hace buscar las cosas según
nuestra voluntad, por eso seguimos en el círculo vicioso de la autoconfianza.
Pero hay que tener en cuenta
varias ideas erróneas, cuando la gente habla de confiar en Dios se refiere a
cosas que NO son,
-confiar
en Dios no es confiar en la suerte
-no es
confiar en que las cosas se arreglen por sí solas
-no es confiar en que una fuerza
misteriosa que obedece a nuestros rezos a pie de cama nos ayude como el genio
de Aladino.
Dios es una persona que quiere
darse a conocer, tiene su forma de ser, sus gustos, sus cualidades, aborrece
ciertas cosas y ama otras, y no es indiferente a las cosas que hacemos. Él
quiere mostrarse a nosotros, y quiere hacerlo como...
El Dios que resucita a los muertos.
¡El Dios que resucita a los
muertos! Así es como (entre otras cosas) se quiere dar a conocer.
¿Quiénes son los muertos?, ¡son
los que han recibido su sentencia de muerte!, los que ya perdieron la esperanza
de vida, si tú recibiste tu sentencia de muerte, si no tienes esperanza, en una
situación o en algo que no puedes cambiar de tu carácter, ¡tú eres uno de los
muertos!
Los muertos son quienes están
esperando ser resucitados. Esperan el día de resurrección. Tienen su esperanza
en Dios.
¿Sabes qué significa que Dios es llamado "el
que resucita a los muertos"?, ¡es el título más poderoso!
Resucitar a un muerto es la tarea
más difícil, la más imposible. Los muertos no pueden volver a la vida. La
muerte es el fin, pero ¡Dios es llamado el que resucita a los muertos!, esto
quiere decir que nuestro Dios es el "Dios de los imposible", aquello
que la gente ve imposible, aquello que tú ves incapaz de hacer, Dios lo puede
hacer en ti, Dios te lo puede dar.
Si tuviéramos fe, fe como un
pequeño grano, podríamos volvernos a Dios, al Dios que resucita a los muertos y
pedirle cosas, Él nos las concedería (si es Su voluntad).
Dios nos lleva a situaciones de
fracaso y derrota PARA MANIFESTARSE A NOSOTROS CON ESE NOMBRE.
Este año puedes comenzar pensando
en Dios así, "Él todo lo puede, Él resucita a los muertos, Él gobierna el
Universo, Su voluntad es irresistible, por Su palabra fue formado el
mundo". No mires a Dios como el que te va a dar una mano con tu problema,
sino como el que va a sacarte de esa sentencia de muerte.
Confianza en Dios, pasado, presente y futuro. v. 10.
Cuando Pablo recibe esa sentencia
de muerte, cuando Pablo es llevado al punto de no retorno, se vuelve hacia
Dios, ese tratamiento de choque se muestra efectivo al Pablo volverse con
confianza en Dios y decirle: "Tú eres el que en el pasado me libró, ahora
me libras y en el futuro me librarás"
En este año pasado fallaste y
caíste. Este año no tiene por qué ser así. Mira, este año puede ser el mejor
año de tu vida, ¿lo crees?, puedes ver la abundancia del Señor en tu casa, y la
paz del Señor en tu alma. ¿Cómo?
Pablo mira una especie de álbum
de fotos, es un álbum de fotos compuesto por recuerdos de lo que Dios ha hecho
en el pasado. Dice: "Ok, tenemos problemas, Ok, como ministro del Señor mi
carrera está a punto de terminar, ¿Qué voy a hacer?, ¿voy a lamentarme?, no,
voy a mirar lo que el Señor ha hecho en el pasado con mi vida, voy a repasar
cada circunstancia en la que el Señor intervino, y ahora voy a mirar al
presente, y voy a confiar en Dios para el presente como pude confiar en Dios en
el pasado, y ahora voy a mirar al futuro y voy a confiar en Dios. Dios me
libró, Dios me libra, Dios me librará".
Vamos a pensar en este año pasado, ¿Cómo intervino
Dios?, Dios te puede librar ahora, sea cual sea la situación que tengas, y en
este año que viene, también te librará". Esta es una confesión de fe, mira
a Dios, no te mires a ti mismo, descansa en Dios.
Oremos que este año el Señor
prospere nuestras vidas, nuestras familias, nos prospere en lo espiritual, en
lo material, en salud, nos prospere como iglesia, oramos que este año sea el
año de mayor crecimiento de la iglesia, de mayor bendición. Amén.
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