{ads}

Sermon: La Cura de un Paralítico

La Cura de un Paralítico



Marcos 2:1-12

Introducción:

Los milagros registrados en la Biblia son apenas muestras de la gran cantidad de milagros que Jesús realizó en esta tierra, la razón de su registro es porque cada uno de esos milagros nos deja una enseñanza en particular. Este es el caso de la cura del paralítico de Marcos Cap. 2. Donde los amigos del paralítico juegan un papel preponderante en su curación.

El propósito de este sermón es mostrar que la iglesia de Dios hoy, es un pueblo llamado a clamar por los que no pueden clamar, son los pies de los que no pueden caminar. Para interceder y buscar aquellos que fueron paralizados por el pecado.

Desarrollo


I. “Estaba en casa” (v.1)

“la expresión estaba en casa” llama la atención, porque no se refiere a Belem donde Jesús nació, tampoco Nazaret don se crió, está hablando de Capernaum, una pequeña ciudad, que se supone que no fue la casa de Jesús, Pero llegaba aquella casa como en su casa. Por el contexto podemos deducir que se trataba de la casa de la suegra de Pedro, a la curó un tiempo atrás. Y esta mujer en gratitud recibía con gozo y alegría Jesús, y es por eso que la Biblia dice que Jesús “estaba en su Casa”.

Los hogares han sido invadidos por el enemigo y están siendo destruidos. La única manera de evitar la destrucción total es dar la bienvenida a Jesús cada día a nuestras casas, para que El sea el huésped de honor, nuestra única y segura protección. Y se diga: “está en casa”

II.  “Muchos querían ver a Jesús” (v. 2)

El hecho que muchos querían ver a Jesús no significaba necesariamente la garantía de su salvación. No basta la intención es importante la actitud con que nos acercamos a Dios. El interés humano siempre busca su propio beneficio, pero el principal beneficio que Dios nos quiere conceder es espiritual, que al final resulta siendo eterno.

“Busquemos primera mente el reino de Dios y su justicia y todo lo demás será añadido”

III. Condición del paralítico (v. 3)

El paralítico no puede mover su cuerpo en forma voluntaria, perdió esa facultad, así mismo el pecado paraliza nuestras facultades espirituales. No oramos, no leemos la Biblia, no hacemos la voluntad de Dios estamos paralizados, y es de esa parálisis que vino Jesús a salvarnos.


Hoy existen miles de paralíticos espirituales que ni claman, ni conocen del mensaje de Salvación.

IV. El trabajo de los verdaderos amigos (v. 3)

Al ver la fe de ellos Jesús curo al paralítico, fueron esos buenos amigos que llevaron a ese pobre paralítico a los pies de Jesús, Ese es el trabajo verdadero de la Iglesia hoy, conducir los pecadores hasta los pies de Jesús, porque los paralíticos no caminan, no levantan las manos para clamar. Nosotros tenemos que clamar por ellos al Señor. Y por nuestra fe, el Señor tendrá misericordia de ellos y obrará grandes milagros. Seremos los pies de los que no pueden caminar, seremos las manos de los que no pueden clamar.

Hoy tenemos muchas ciudades que aun no han oído del mensaje de Salvación, alguien tiene que ir para dar el mensaje de Esperanza.

V. “No podían llegar a él debido a la multitud,”   (v. 4)

Las multitudes impiden ver a Jesús, pero Dios llega a nosotros a pesar de las multitudes.

VI. Por el techo (v.4)

Dios abre puertas donde no hay, el abre posibilidades donde ya no existen.

Los ojos humanos no pueden ver las oportunidades y salidas a las grandes necesidades humanas, en la visión Divina hay una salida siempre.

Tenemos que actuar como una comunidad rompetechos y no como una comunidad tira piedras. Una comunidad especializada en salvar vidas en el nombre de Jesús. Lo que parece imposible a nuestros ojos, es posible para Dios, el abrirá puertas donde hay techos. Nada impedirá el avance de hombres y mujeres que marchan con fe.

VII. “Hijo tus, tus pecados te son perdonados     (v. 5)

Jesús tiene autoridad para perdonar pecados, esta es una enfermedad que nadie puede curar solo Dios. Suena como música maravillosa en nuestros oídos.

El perdón es el mejor consuelo para el que sufre la pena del pecado.

VIII. “A ti te digo: ¡levántate! (v.4)

Es la Orden del Señor, no necesitas volver a tu vida pasada, el te ofrece la restauración total, no permitas que Jesús pase y sigas paralítico.

No dejes de clamar por alguien, para que el señor lo levante de su parálisis espiritual.

Dios se deleita en usar hombres y mujeres dispuestos a llevar las buenas nuevas de Salvación.


Conclusión


Llamado:


1.       La primera parte de este llamado es para aquellos que requieren la intervención de Dios en sus vidas, si no tienes coraje de venir, yo pido a los amigos que ayuden a venir a Jesús y recibir el perdón y la restauración de la parálisis espiritual.


2.       Si quieres ser un instrumento de salvación para clamar, interceder y llevar el mensaje de salvación a hombres y mujeres paralizados por el pecado, a casas, barrios o ciudades, que no conocen esta maravillosa noticia, te invito a ponerte de pie para colocar tu vida en las manos de Dios y ser usado en esta causa bendita.

Publicar un comentario

0 Comentarios