ENFRENTANDO AL GIGANTE
1 Samuel 17:1-3
Busquemos en la palabra de Dios. 1 Samuel 17:1-3 - Los filisteos...
Quiero
que examinemos esta sección cuidadosamente. Aquí hay algo que es muy evidente:
los Filisteos eran una fuerza poderosa que estaban invadiendo a Israel. Ellos
pusieron sus ejércitos en la tierra de Judá. Ellos no tenían ningún derecho de
estar en ese lugar, esta era la tierra de Israel, esta era la tierra que le
pertenecía al pueblo de Dios. Lo mismo nos sucede a nosotros hoy en día.
Necesitamos reconocer que esto es la verdad para todo lo que invade nuestras
vidas. Estoy hablando de todas esas cosas que impiden que vivamos en paz, nos
impiden amar a nuestros hermanos, nos impiden el caminar en una vida Cristiana
verdadera. Estas cosas no tienen el derecho de estar en nosotros. Estoy
hablando acerca de los celos, resentimientos, envidia, pobreza, depresión, ira.
En si son tantos los ejércitos del enemigo que sería imposible nombrarlos
todos.
1 Samuel 17:4-7 - Salió entonces...
Si
nos expresamos en términos modernos diríamos "aquí llego el malo de la
película." Vemos aquí que el campeón salió a mortificar e intimidar al
pueblo de Dios. Muchas veces nosotros nos paramos frente a estos gigantes en
nuestras vidas que aparentan ser invencibles. Ellos nos mortifican, nos asaltan
y nos retan. Nosotros salimos dispuestos a pelear, pero nos derrotan ves tras
vez, hasta que finalmente nos descorazonamos y dejamos de pelear.
1 Samuel 17:8-11 - Y se paró y...
¿Se
pueden imaginar cómo le sonó esto al ejército de Israel? Este hombre se le para
frente a ellos y básicamente les dijo que ellos no valían nada, que él solo
derrotaría a cualquiera que ellos mandaran. Ellos temblaban al oír la voz de
este hombre. No hubo un hombre en todo el ejército que tomara este reto. Esto
es exactamente lo que estos gigantes nos hacen a nosotros. Ellos nos quitan
nuestra voluntad, nuestro propósito, nos quitan la victoria que Jesús nos
entregó en la cruz. Nosotros sabemos que no estamos llamados a vivir en
pobreza, no estamos llamados a vivir en miseria, no estamos llamados a vivir en
depresión, no estamos llamados a vivir llenos de ira, no estamos llamados a
vivir tristes, no estamos llamados a vivir en celos; estamos llamados a vivir
en victoria, estamos llamados a vivir en la paz que Jesús nos dio. Pero en
muchas ocasiones dejamos que los gigantes nos arrebaten nuestra felicidad,
dejamos que arrebaten nuestro honor. Eso fue lo que le paso a Israel, y es lo
mismo que nos pasa a nosotros.
¿Qué
debemos hacer? Debemos pelear. Debemos derrotar a esos gigantes. Cuando leemos
los versículos 12-37, vemos que finalmente alguien tuvo el coraje de
enfrentarse a este tirano. David, el más joven de todos los hermanos dio el
paso al frente.
1 Samuel 17:38-39 -Y Saúl vistió...
¿Se
pueden imaginar la sorpresa del rey en esta situación? El rey se quedó
sorprendido al ver a este joven dar el paso que dio. Tenía bajo su autoridad un
ejército de soldados, pero ninguno tomó el reto. Ninguno dio el paso al frente,
solo este joven lo hizo. Cuando leemos vemos que ellos trataron de convencerle
de que no lo hiciera. Pero, David tenía algo que ellos no tenían. David tenía
una confianza y fe absoluta en Dios. Cuando nos enfrentamos a estos gigantes
tratamos de pelear por nuestras propias fuerzas. Nos cubrimos con nuestra
propia armadura. Les estoy hablando de nuestra fuerza de voluntad,
determinación, orgullo. Nos ponemos esta armadura que no nos sirve. No nos
sirve porque sin la ayuda de Dios no podemos hacer nada. Sin la asistencia de
Dios no podemos derrotar estos gigantes que se nos enfrentan. Tenemos que
seguir los pasos de David.
1 Samuel 17:40 - Y tomó su...
Cuando
empezamos vimos que el gigante había desmoralizado al ejército de Israel. El
les había intimidado y había causado gran temor en sus corazones, pero las
cosas estaban cambiando. Cuando leemos los versículos 41-44 vemos que ahora fue
el gigante quien fue desmoralizado. Vemos que ahora era el gigante quien estaba
insultado. Después de todo, ¿Cómo se atrevían a mandar a un joven a hacer el
trabajo de un hombre? No solo le mandaron un joven, pero le habían mandado con
solo una vara de pastor y una honda.
1 Samuel 17:45-47 - Entonces dijo David al filisteo...
Aquí
David le dijo cuatro cosas bien importantes a este gigante. Le dijo: "el
tiempo de hablar se acabo," "no habrá ningún tipo de negociación,
"no me rendiré y no correré," "Tu no me puedes intimidar."
1 Samuel 17:48-49 -Y aconteció que...
Lo
que sucedió fue absolutamente magnifico. David no caminó o trató de usar
táctica en su enfrentar al gigante, David corrió hacia él. David había puesto
toda su confianza en Dios, su fe no flaqueo. Ven hermanos, la fe es agresiva,
es activa, es el actuar en las bases de confiar en Dios absolutamente y estar
seguros que El vencerá cualquier situación.
Para
concluir. Podemos estar frente a un gigante, problemas que aparentan ser
invencibles, enfermedades, personas, circunstancias, vicios, o cualquier otra
cosa. Tenemos que estar listo para pelear, se nos ha garantizado la victoria,
todo lo que tenemos que hacer es tomarla. Tenemos que movernos en oposición a
los gigantes, no importa lo que sean. Tenemos que confiar que Dios los
derribara, y que nos moveremos a través de cualquier situación a un lugar de
victoria.
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