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Primero Dios Abril: SALUD FINANCIERA

SALUD FINANCIERA



PR. ROGER MERA

I. INTRODUCCIÓN

El texto bíblico expresa el deseo de Dios de que seamos prosperados en todo, ¿esto incluirá ser prosperado en el tema financiero? ¿O será que Dios no está interesado en nuestra economía? ¿Se habrá dado cuenta Dios de cuán importante es el tema financie- ro para los seres humanos?

Fíjate cuánto habla la Biblia de dinero, cosas materiales u oro:
- Hay 2342 versículos que hablan de esto.
- 2 veces más que creer (1716).
- 138 veces más que gracia (161).
- 3 veces más que amor (789).
- 7 veces más que oración.

¿Por qué Dios habla tanto de dinero y posesiones materiales? Porque la manera como lidiamos con ella está íntimamente relacionada con nuestra salvación y nuestra felici- dad. Jesús dijo: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mat. 6:19-21). “Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?” (Lucas 16:11).

Ahora bien, si Dios está tan interesado en que tengamos una buena salud financiera,
¿por qué nosotros no lo estaríamos? Es importante que lo estemos, por ello le presen- tamos consejos claves que nos van a ayudar a hacer nuestra parte y Dios hará su parte en la medida que seamos fieles y esforzados.


II. HACER UN PRESUPUESTO FAMILIAR

En Lucas 14:28 nuestro Señor Jesucristo hace mención a la importancia de sentarse a hacer cuentas, calcular, ver si tenemos los recursos necesarios para sacar adelante los proyectos. Ahora, para tener salud financiera es necesario hacer nuestro presupuesto familiar. A continuación, los beneficios que éste trae:

• Es de suma importancia, Dios desea que el dinero bien utilizado sea una bendición para uno mismo y para la familia.

• Nos ayuda a:

1. Establecer prioridades.
2. No gastar en cosas innecesarias.
3. Alcanzar nuestras metas, sueños y proyectos.


• Nos ayuda a separar primero lo que le corresponde a Dios (Primero Dios) en lealtad y gratitud a Él.

• “Traed todos los diezmos al alfolí […] y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10).

Otro punto importante es:


III. VIVIR LIBRE DE DEUDAS

• Tratemos de no endeudarnos, excepto cuando se trate de invertir en un terreno, una casa, o algún proyecto que dure toda la vida y traiga rendimiento futuro.

• “Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores” (Proverbios 22:7, NVI).

• “No te comprometas por otros ni salgas fiador de deudas ajenas; porque, si no tienes con qué pagar, te quitarán hasta la cama en que duermes”. (Proverbios 22:26, 27, NVI).

Y algo que nos va a ayudar a no tener problemas en el futuro es:


IV. TENER UN PLAN DE AHORROS

• Vivamos con nuestros ojos puestos en el cielo y nuestros pies firmes en la tierra. Un buen consejo es tratar de comprar por lo menos un terreno para el futuro.

• “El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece”. (Proverbios 13:11, NVI).

CONCLUSIÓN

Dios, como nuestro Padre, quiere mostrarnos su amor, su protección, su atención, su apoyo, y todo esto a través del dinero; pero muchas veces nosotros no se lo permitimos porque no hacemos caso a sus consejos. Él quiere que el dinero sea una bendición y no una maldición, que sirva para acercarnos más a Él, para serle fiel, para sacar el egoísmo de nuestro corazón, para alcanzar la salvación.

Por ello es necesario ponerle en primer lugar a Él en este tema también (devolver los diezmos de todo y entregar como ofrendas sistemáticas lo mejor); Jesús dijo: “Más bus- cad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33); disciplinarnos haciendo un presupuesto para no gastar más de lo que tenemos, evitar las deudas y tener un pan de ahorros.

LLAMADO

Dios dijo: “Mía es la plata, y mío es el oro” (Hageo 2:8). Pero también dijo: “Esfuérzate y sé valiente […] no te apartes […] ni a la derecha ni a la izquierda […] de la Ley…” (Josué 1:6-8, RVR 95). Él desea que seas prosperado en todas las cosas, que tengas lo suficiente para ser feliz, ni más ni menos, para ser una bendición para los demás.

¿Cuántos están dispuestos a esforzarse, a seguir los consejos de Dios, a dedicarle a Dios sus finanzas? Si tú quieres poner tu confianza en Él, te invito para orar juntos y decirle esto a Dios.

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