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Primero Dios Febrero: Primero DIOS

Primero Dios



PR. CÉSAR GUANDALINI

INTRODUCCIÓN

Mateo 6:25 “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”

Ilustración: Un reloj comenzó a calcular el trabajo que tendría que hacer al año siguien- te. “Tengo que hacer tictac dos veces por segundo, eso quiere decir que tendré que sonar 120 veces cada minuto. En una hora, serían 7200 veces. Ahora en un año, tendré que hacerlo 63 millones de veces. ¡Por favor! Eso es demasiado hasta para un reloj fuer- te como yo…”. Así, de número en número, imaginando el inmenso trabajo que tenía por delante, el reloj tuvo un colapso y dejó de funcionar.

a. Jesús “comienza señalando que Dios nos dio la vida, y que si tal fue la magnitud de su don, bien podemos confiar en él con respecto a las cosas menores. Si Dios nos dio la vida, ciertamente también nos dará el alimento que necesitamos para su sus- tento. Si nos dio cuerpos, ciertamente podemos confiar que también nos dará ropa para que nos cubramos y abriguemos” (Comentario de Barclay).

b. Confiar en Dios no significa dejar de planificar (Prov. 6: 6-8). “Jesús aquí dice que la vida es más importante que el alimento. Si bien el alimento es importante, no es un fin en sí mismo, sino un medio para sostener la vida. La persona cuyo principal propósito es conseguir alimento y vestido, ha perdido lo más importante de la vida. Deberíamos comer para vivir y no vivir para comer” (Comentario Bíblico Adventista, p. 7395).



PARTE A. DIOS PROVEE EL SUSTENTO DE LA VIDA.

Este hecho es ilustrado por Cristo con tres figuras de la naturaleza.

Versículo 26 – “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”.


1. Las aves del cielo
a. Las aves no viven ansiosas sino que andan alegres cantando desde temprano.

b. “Jesús no quiere dar énfasis al hecho de que las aves no trabajan; se ha dicho que probablemente el gorrión sea uno de los seres vivientes que más trabaja para comer; en lo que insiste es en que están desprovistos de afán. No se podría encontrar en los animales ese afán del hombre por avistar un futuro que no puede ver” (Comentario de Barclay).

c. Dios está diciendo: “Sé que deben trabajar arduamente, como los pajaritos. Mu- chas veces, deben caminar por horas, despertar a las 5 de la mañana, tomar el colectivo lleno de gente y llegar temprano al trabajo para llevar el sustento a casa. Pero, no puede desesperar. Puede dormir y levantarse alabando mi Nombre, cantando, como las aves del cielo, porque yo supliré sus necesidades reales”.

2. La edad humana
Versículo 27 – ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?” (Algunas versiones dicen: añadir un codo a su esta- tura).

a. La palabra griega helikia significa “edad”. Un codo tiene aproximadamente me- dio metro. El sentido original es que ninguno ocurre, ni por medio metro, el transcurso de su vida.

b. Hay cosas en esta vida que no se pueden cambiar. ¿Por qué estar ansiosos por ellas? Jesús está enseñando el hecho de que hay cosas que se deben aceptar y que la ansiedad con respecto a ellas es necedad. La preocupación se torna inútil.

3. Las flores del campo
Versículo 28 – “¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan”.

a. Salomón construyó un imperio rico en oro y poder, pero ni aun así se pudo comparar con las flores del campo. Ellas son bellas sin ansiedad, sin plástica, sin rutinas caras de gimnasia, sin dietas, sin cosméticos o ropas caras. No es que esas cosas sean malas, sino que las flores son bellas porque Dios las hizo así.

b. No se preocupe o esté ansioso con la ropa o las apariencias. Recuerde las flores del campo y las aves del cielo.

Versículo 30 – “Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?”.

a. “Las flores del campo vivían un solo día, y después solamente servían para ser quemadas y ayudar a la mujer que quería pasar algo y tenía prisa. Mientras tanto, Jesús las vestia de una belleza que el hombre, en sus mejores intentos, ni siquiera pueden imitar. Si Dios otorga tanta belleza a una flor, que solamente vivirá unas pocas horas, cuánto más hará a favor del hombre. Ciertamente, una generosidad que es tan pródiga con una flor de un día, o debe olvidarse del hombre, que es la corona de toda la creación” (Comentario de Barclay).

b. “La vida es más importante que el alimento, pero el reino de Dios es más impor- tante” (Comentario Bíblico Adventista, p. 7397).


PARTE B. LAS PRIORIDADES QUE EL SER HUMANO DEBE TENER.

Versículo 33 – “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.


1. Primero Dios

Esas tres ilustraciones hechas por Jesús presentan los tipos de necesidades huma- nas:
a. La comida de las aves es una necesidad básica. La primera cosa que hacen las aves del campo al comenzar un nuevo día es cantar. Es cierto que usted necesita comer, estudiar y trabajar, pero, al despertar dedique sus primeros momentos a Dios, orando, leyendo la Biblia, cantando, meditando en él. Dios debe ocupar el primer lugar en su agenda. Antes de pensar en el tiempo para usted, pensé en el tiempo de Dios: el sábado es para descanso y adoración. Antes de pensar en su apetito, piense en tener una mente clara para adorar a Dios. Antes de usar sus talentos y sus tesoros para usted, piense en usarlos para Dios.

b. Tener una hora más de vida es una necesidad imaginaria. El ser humano no alar- ga su vida haciendo fuerza desesperadamente o viviendo ansiosos por eso. La lógica de la vida es que la gente se alimenta y la edad viene, automáticamente. Jesús es el “pan de vida”. “Buscad primeramente el reino de Dios” El resto es consecuencia, pues él dice que “lo básico para la vida será añadido”.

c. El bello vestuario de las flores es una necesidad secundaria. Primero nace una hoja que busca el sol, después aparecen sus bellas flores. Jesús es el “sol de justicia”. “El gran Artifice Maestro pensó en los lirios y los hizo tan hermosos que superan la gloria de Salomón. ¡Cuánto mayor interés ha de tener por el hombre, que es la imagen y gloria de Dios! Anhela ver a sus hijos revelar un carácter según su semejanza. Así como el rayo del sol imparte a las flores sus variados y delicados matices, imparte Dios al alma la hermosura de su propio carácter” (El Deseado de todas las gentes, p. 280).

d. “Cuando aprendamos a conocer el poder de su palabra no seguiremos las su- gestiones de Satanás para obtener alimento o salvarnos la vida. Lo único que preguntaremos será: ¿Cuál es la orden de Dios, y cuál es su promesa? Conocién- dolas, obedeceremos la primera y confiaremos en la segunda” (El Deseado de todas las gentes, p. 97).

2. El reino de Dios

Versículo 33 – “[…] el reino de Dios y su justicia […]”.

a. Este es el reino que Cristo vino a establecer entre los hombres, en los corazones, en las vidas, en la experiencia, que pone a Cristo por encima de todo. Los hom- bres que no conocen a Dios corren como locos en busca de las cosas que se en: comida, vestidos, y posesiones. “Los gentiles buscan todas estas cosas” (v. 32). Los gentiles tienen una vida egoísta de “mi tiempo” y “mi dinero”. El cristiano tiene otro estilo de vida, pues busca primero las cosas de Dios, dándole a Él el primer lugar en su vida.

b. “La mayor parte de los seres humanos están afanados trabajando por “la comi- da que perece” (Juan 6: 27), por el agua de la cual volverán a tener sed (Juan 4: 13). La mayoría de las personas gasta su “dinero en lo que no es pan” y su “tra- bajo en lo que no sacia” (Isa. 55: 2). […] El mejor remedio para la preocupación es la confianza en Dios. Si hacemos fielmente la parte que nos toca, si damos al reino del cielo el primer lugar en nuestros pensamientos y en nuestras vidas, Dios nos cuidará mientras dure nuestra existencia. Con misericordiosa ternura ungirá nuestra cabeza con aceite (ver com. vers. 17) y la copa de nuestra vida re- bosará de bienes (Sal. 23:6)” (Comentario Bíblico Adventista, págs. 7397, 7398).

c. “He venido para abriros el reino de amor, de justicia y de paz. Abrid el corazón para recibir este reino, y dedicad a su servicio vuestro más alto interés. Aunque es un reino espiritual, no temáis que vuestras necesidades temporales sean de- satendidas. Si os entregáis al servicio de Dios, el que es todopoderoso en el cielo y en la tierra proveerá todo cuanto necesitéis” (El discurso maestro de Jesucris- to, p. 84).

d. “La razón por la cual un cristiano no debe dedicar su vida a la obtención de posesiones materiales: Dios sabe lo que necesitamos y nos lo proporcionará” (Comentario Bíblico Adventista, p. 7397).

CONCLUSIÓN

a. “Bienaventurados los que toman al Señor como su Dios, y dan plena prueba de esto, confiando totalmente en su sabia disposición… No estéis inquietos por


vuestra vida, ni por la extensión de ella… Nuestros tiempos están en sus manos, y están en buenas manos” (Comentario de M. Henry).

b. “Jesús afirma que la preocupación puede ser derrotada, aprendiendo el arte de vivir un día a la vez (v. 34)” (Comentario de Barclay).

c. Daniel Lüdtke escribió una lida canción llamada “Mucho más”, donde él dice “No esté ansioso en la vida respecto a lo que hay que comer, beber o vestir. La vida es más que eso. Es Dios quien dará lo que fuere necesario”.

LLAMADO

Ty Cobb tenía 20 años de edad y era muy distraído. En el juego inaugural del campeo- nato de baseball, Ty Cobb estaba comiendo pochoclo cuando la bola se dirigía hacia su lado y él la perdió. Recibió un reto del entrenador y eso cambió su visión. Puso sus prioridades en orden y se convirtió en una estrella del deporte. Dejó de jugar con algo serio y finalmente, fue el mejor jugador de béisbol que existió. ¿Está dispuesto a ajustar sus prioridades? Entonces, dígale a Dios: “Ayúdame a poner tu reino en primer lugar, enséñame a vivir para el Señor, toma mi tiempo, mis talentos, mi cuerpo y mis recursos, en fin, toma toda mi vida en tus manos, en el nombre de Jesús, amén”.

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