CÓMO COMENZAR...
Cuando eres escogido por la Comisión de la Iglesia comienzas a
pensar: ¿Qué hago, con quién hablo, qué
programas voy a poner, a quién voy a invitar para formar parte de mi equipo,
qué materiales existen? Es una infinidad
de miedos, inquietudes, dudas e incertidumbres que vienen a nuestra mente.
¿Tendré
éxito? Cómo me gustaría que al terminar el año todo el mundo
comentase: Este realmente fue un año
excelente, fue muy bueno.
Mira, sin querer asustarte, realmente tienes una enorme tarea
ante ti. Un desafío que sólo termina
cuando termines tu función. Y este miedo
es saludable y bueno. Esto demuestra que
reconoces tus limitaciones, que te sientes pequeño ante la responsabilidad.
¡Ten calma! Quédate tranquilo porque existe un equipo visible
e invisible a tu disposición, para que alcances el mejor éxito posible...
¿Qué viene primero?
Salir del OFF al ON es un largo camino.
La distancia entre estar detenido y el primer paso es mayor
que entre el primero y el décimo. El
primer paso es el que requiere mayor esfuerzo, es el más difícil y el más
importante, PERO UN PASO PEQUEÑO YA ES UN PASO.
Entonces ten ánimo, valor, entusiasmo, alegría, confianza y
tanta otra cosa más para hacer que tu trabajo siempre sea recordado por los
jóvenes y por la iglesia.
Ya oíste que comenzar bien es medio camino andado y esto es
verdad...
Lo importante es comenzar... aunque sea como una locomotora
(que uno casi ya no ve)... Pero comenzar...
Tu pregunta puede ser:
Sí, pero, ¿cómo?
Acompáñame en este intento para saber cómo comenzar.
Usa esta lista para organizarte:
1. Ora pidiendo orientación – Puede parecer muy simplorio, cursi, o querer demostrar
una espiritualidad que no tienes.
Estás embarcándote en una aventura, en un
ministerio desafiador y tienes que invitar a Dios a estar contigo.
Pídele
que te dé sabiduría para tomar decisiones con una mente abierta para aprender,
disposición para trabajar al lado de los jóvenes con un corazón listo para
amar. ¡Cuánta cosa vas a necesitar!
Efesios 3:20, 21 debe llegar a ser una
realidad en tu vida: “Y a Aquel que es
poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos
o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la
iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los
siglos. Amén.”
También tienes las palabras de David en
el Salmo 25:4 y 5: “Muéstrame, oh
Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas.
Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi
salvación; En ti he esperado todo el día”.
Estoy seguro de que al finalizar el año
tendrás muchas historias de oraciones respondidas, justamente en aquellas
ocasiones difíciles y de prueba.
Además de esto el ministerio joven no es
cualquier función de carácter secular.
Claro, hablamos de motivación, de cómo tomar decisiones e influenciar,
pero el Departamento JA es diferente.
Diferente aún de los otros departamentos de la iglesia (sin ninguna
intención o pretensión de que sea el mejor).
Tenemos en nuestras manos la oportunidad de modelar la vida de los
juveniles y jóvenes. El desafío es
permanente. La línea de llegada siempre
está ante nosotros invitándonos.
2. Conversa con el pastor de tu iglesia – cada pastor tiene sus sueños e ideas de cómo debe
ser la juventud de su iglesia. Escucha
al pastor, pídele sugerencias, ideas de cómo hacer del ministerio joven de la
iglesia un apoyo en su trabajo.
Pregúntale qué presupuesto tienes para hacer funcionar al departamento.
Dile que quieres que sea el invitado
principal en todos los programas JA.
3. Conversa con algunos adultos – aquellos que se identifican con los jóvenes. Hay muchos que trabajaron con conquistadores,
ya fueron directores JA. Dedica tiempo
para conversar especialmente con los padres.
Ellos tendrán muchas ideas para compartir.
4. Conversa con los jóvenes – no debes pasar esto por alto. Conversa con aquellos que son activos y
dispuestos a colaborar, así como con aquellos que son inactivos y casi no
participan. Pídeles que hablen de sus
esperanzas, luchas, dificultades, sueños, miedos, vida diaria. Cuanto más
informal sea la ocasión o el ambiente, mejor:
en el intervalo del juego, en la piscina, mientras esperan el inicio de
algún programa, siendo llevados o recogiendo a alguien, etc. Podrá llevar tiempo, pero vale la pena.
Sé paciente y verás el resultado. Al darse cuenta de que los escuchas y aceptas
sugerencias, muchos jóvenes serán más receptivos y también más dispuestos para
colaborar cuando se les pida que participen.
Youth Handbook,
p. 24 – Adaptado.
5. Conversa con el Departamental JA – Él te pondrá al tanto del programa de la asociación para
ese año (cursos de liderazgo, congresos, campamentos, reciclaje, etc.).
Pídele el siguiente material:
- cartillas
de año bíblico.
- manuales
de orientación para el funcionamiento del departamento.
- sugerencia de libros para lectura y
enriquecimiento espiritual y también de tu función.
- sermones
para el Evangelismo Joven.
- literatura
para trabajo de evangelización.
- folletos
para las campañas – día de la madre, día del padre, muertos, etc.
6. Forma tu equipo –
Mezcla las edades, culturas. Coloca en
tu equipo a jóvenes, padres, profesionales y estudiantes.
Invita a que se integren a tu equipo aún
a aquellos que son de la “oposición”, que no siempre dicen amén a todo lo que
presentas, pero son inteligentes y pueden enriquecer las decisiones de tu grupo
con sus ideas.
Aunque la iglesia sea pequeña,
trata de involucrar a la mayor parte posible.
Claro que al comienzo no todos
estarán actuando, pero a medida que pase el tiempo todo el equipo entrará en
campo.
a. Determina las necesidades de tus jóvenes – Ahora que
tienes un equipo interesado en el bienestar de los jóvenes de la iglesia,
estudia y discute con ellos cuáles son las necesidades reales de esos
jóvenes. ¿Qué programas harán para
atender esas necesidades? ¿Retiros,
seminarios? ¿Qué temas habrá en esos retiros o seminarios? ¿Qué temas o programas, o cultos JA deberán
abordar?
b. Determina el nivel de liderazgo de tu equipo - ¿Necesitan
algún entrenamiento especial? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Quién lo dará? ¿Dónde?
7. Establece un calendario de actividades
En otras palabras:
Planifica.
“Planificar es escribir la historia antes que esta suceda”. Ted Engstron.
Ten en mente lo siguiente:
a. El calendario de la asociación – no coloques ninguna
actividad en la misma fecha en que la asociación esté realizando otro evento.
b. El calendario de la iglesia – ve con el pastor la época
de evangelismo de Semana Santa o evangelismo del segundo semestre, Semanas o
Días Especiales de los diferentes departamentos, etc.
c. Calendario Civil – carnaval, día de los enamorados,
fiestas patrias, día del niño, navidad, año nuevo, etc.
d. Actividades JA en tu iglesia:
1. Semana de Oración de los Jóvenes –
en la tercera semana del mes de julio – analiza con el pastor para invitar a un
buen orador.
2. Campamentos
– 1 por semestre – ¿Dónde, cuándo, cómo, quién, cuánto, por qué? No te olvides de invitar a un buen capellán u
orador.
3. Evangelismo
JA – Tradicionalmente participamos en el evangelismo de Semana Santa, día
de la madre, día del padre, muertos.
4. Proyectos
Comunitarios – Trata de involucrar a los jóvenes de tu iglesia, por lo
menos una vez por mes, en alguna actividad de testificación, que puede ser un
proyecto comunitario.
5. Otras actividades – Si la Asociación o tu región
no van a realizar ningún congreso, puedes planificar con tu equipo llevar a
cabo un congreso en un fin de semana o durante un sábado.
6. No te olvides de la fiesta de la
amistad, paseos, juegos sociales, etc.
Es
mejor dividir el año en trimestres para poder administrar y controlar con más
calma. Ten siempre presente este cuadro
o cronograma.
Recuerda también que alguna cosa
que funcionó en una situación, puede no funcionar en otra.
8. Comunica, anuncia, divulga:
a. Divulga lo que
está sucediendo – presenta un pequeño informe a
la junta de la iglesia.
b. Mantén a la iglesia al tanto de todo lo
que está pasando. Esto permitirá que
se compenetre más fácilmente en los próximos eventos y actividades, etc.
c. Usa afiches, cartas, cartitas, boletín de
la iglesia, periódico de la iglesia y voz alta a la hora de los anuncios.
9. Recursos a tu
disposición
Cuando hablo sobre recursos no me estoy refiriendo a dinero
disponible para que puedas gastar o usar en aquello que planificaste. Los recursos que estarían a nuestra
disposición pueden ser:
a. Mídia – libros, juegos, videos,
cassettes, CD-ROMs, computadoras, películas, televisión, etc.
b. Personas – capellanes, predicadores,
profesores, escritores, profesionales en las diversas áreas, pastores,
Departamental JA, jóvenes, padres, etc.
c. La naturaleza – parques, jardines,
árboles, ríos, lagos, el viento, estrellas, el amanecer, la puesta del sol, el
canto de los pájaros, el mar, la playa, etc.
Para medir
la efectividad de los recursos fíjate en aquellos que:
· Pueden involucrar a los jóvenes en el aprendizaje.
· Invitan a los jóvenes a responder:
pensando, imaginando, sintiendo, tomando una decisión, creciendo en la
fe, tomando una actitud.
· Capacitan a los jóvenes para que hagan una diferencia compartiendo
lo que tienen y lo que saben en bien de la comunidad.
Para usar los recursos necesitas:
Y Definir dónde quieres ir o lo que vas a hacer.
Y Tener un blanco en mente – tema, idea, tópico que sería de interés
para los jóvenes.
Y Planificar pero ser flexible.
Y Buscar la mayor participación posible.
Y Ver de cuánto tiempo dispones.
Youth Handbook, Michael Selleck, p.
104, adaptado.
Si los oradores, videos, películas o
CD-Roms no son adventistas, chequéalos antes para evitar situaciones dicíciles,
incómodas o desconcertantes.
10. Técnicas y Habilidades para el
Liderazgo de la Juventud
en la Iglesia Local
Poquísimas
personas tienen todas las técnicas y habilidades necesarias, por eso
necesitamos un equipo para complementar las necesidades unos de los otros.
Aquí vamos a dividir estas técnicas y
habilidades solamente en 3 categorías básicas.
10.a. Técnicas
y Habilidades de Relación:
Y Escuchar – no sólo con los oídos, sino con los ojos, con las
emociones, con el corazón:
· Responder afirmativamente, animando, gesticulando.
· Capacitar a otros para que descubran y usen sus dones y
habilidades.
· Transmitir confianza.
· Estar a disposición para escuchar esperanzas y preocupaciones.
· Ser sensible a los individuos y a las situaciones.
· Diferenciar entre tus necesidades y las del grupo.
· Tener sentido del humor.
· Saber cómo expresar cordialidad y ser amigo.
· Pensar y hablar más “nosotros” y “nuestro” que “yo” y “mío”.
· Tratar de entender a otros.
· Agradecer a los jóvenes y adultos que están ayudando.
· Aceptar a aquellos que no están de acuerdo contigo.
· No sentirte ofendido con el silencio del grupo cuando pides una
opinión.
· Saber cómo apoyar a otros.
· Ser confiable, amable, realista y completamente humano.
10.b. Técnicas y Habilidades de Organización – Cada
uno de los ítems mencionados aquí merece un capítulo aparte. Pero sólo vamos a mencionarlos y tú podrás
imaginarte lo que tiene que ver con cada uno.
· Planificar con anticipación.
· Dividir responsabilidades – no se siente amenazado de perder el
control.
· No quedarse satisfecho con “siempre lo hicimos así” y pensar en
nuevas posibilidades.
· Tener la osadía de soñar y trabajar para que estos sueños se
realicen.
· Saber cuándo ser firme y cuándo ser flexible.
· Estar dispuesto a arriesgarse.
· Crear oportunidades para que tu grupo pueda crecer en técnicas de
liderazgo.
· Estar libre de las marcas estereotipadas del éxito (gran número
asistiendo al evento, reconocimiento personal, etc.).
· Colocar recursos a disposición de los jóvenes.
· Tener una visión general del cuadro/ panel JA, con los programas y
actividades que incluyen: testificación,
culto, compañerismo y discipulado.
· Establecer y reordenar prioridades.
· Demostrar fidelidad para con la visión del ministerio joven.
10.c. Habilidades de Orientación Espiritual – No
podemos llevar a otros adonde nosotros mismos no estuvimos. La mejor manera de desarrollar una
orientación espiritual es estar practicando activamente estos principios en tu
propia vida. Esto incluye:
· Oración individual y en grupo.
· Participar en los cultos de la iglesia.
· Lectura regular y meditativa de la Biblia.
· Participar de la
Santa Cena.
· Aceptar la gracia de Dios cada día y responder colocando tu
voluntad y tu amor en Dios como revelado en Jesús.
· Demostrar aceptación.
· Comprometido con Cristo.
· Vivir y proveer oportunidad para que los jóvenes aprendan los
valores cristianos.
(Adaptado de Youth Handbook –
Michael Selleck – Discipleship Resources – pag. 124-127).
“… como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te
desampararé. Esfuérzate y sé valiente;
porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus
padres que la daría a ellos. Solamente
esfuérzate y sé muy valiente...” Josué 1:5-7.
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